viernes, 31 de octubre de 2008

1er.LUGAR. Samantha Fouilloux

En una noche de roja luna
se regocijaban en el panteón,
unas calacas de extrañas formas,
con unos sopes y tlachicotón.

Hace unos años - una decía- que comenzamos con Obrador,
la lucha eterna por la alegría
del pueblo pobre y de gran corazón.

Hoy celebramos – otra decía – el triunfo de la razón,
y con Adelitas, Juanes y Niños
hoy se conforma la nueva nación.

En el jolgorio de las calacas
se escuchaba un gran clamor,
pues anunciaban la pronta llegada
de la final emancipación.

Siguieron la fiesta las leales calacas,
entre las tumbas, el baile y el son,
y mientras sonaban sus huesos contentos,
gritaban a coro: “¡Vamos con Obrador!”.